el monte de los cisnes
el monte de los cisnes
Hubo una vez una bailarina
que un d[ia se levanto’ y se encontro’ clavada en el suelo sobre sus asentaderas,
pues alguien, mientras dormia, le habia robado las piernas.
Una princesa de los cisnes, una flor de los lagos,
un encaje de la gracia y una oda a lla belleza musical se encontraba,
de pronto, sin su bien mas preciado, sus piernas.
Lloro’ y lloro’ aquella maniana, tanto que el agua de sus ojos la fue cubriendo hasta llegar al cuello,
sin oir la voz de los pajaros del parque que, congregados entorno a ella, la intentaban disuadir
para que saliera y se comprara un cartucho de churros, un merengue o unas castaniuelas.
Y nada, se hizo la novia del llanto y de ese amor enfermizo no salia.
Pero un dia, vio con sus ojos nublados que uno de los pa’jaros tenia un ala rota
y,sin entender como, el animal se las ingeniaba para volar, aunque haciendo circulos y tirabuzones, pero en fin, remontando y ’aterrizando’ cuando le venia en gana.
--Y como lo has conseguido?, pregunto’ la bailarina que ya no bailaba, sorprendida.
-- Chica, lo mio es volar y lo tuyo es bailar. Yo ya se que vuelo peor que una cafetera, pero vuelo. Tu tambien podrias salir a ese baile que es la vida No?
La bailarina comprendio el mensaje y en ese mismo momento pidio una silla de ruedas. Pero en lugar de eso, su padre le compro una cabra. La plantaron, asi partida como estaba sobre el peludo animal y e’ste,como por arte de magia, se puso a dar pingos y a retorcerse en el aire, en saltar sobre si mismo con tanta gracia que parecia que hubiera estado esperando a su jinete tuda su vida cabrona.
Y la bailarina se curo’, y ya no vertio’ ni una sola la’grima,
pues la la’grimas son agua y se las lleva el rio abajo.
Pero para vivir hay que estar como una cabra, y la cabra tira al monte.
Eso, al monte de los cisnes.
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